METODOLOGÍA DEL DISCIPULADO SEGÚN JESUCRISTO

 

19 Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones, y bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. 20 Enséñenles a cumplir todas las cosas que les he mandado. Y yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.» Amén. Mateo 28:19-20 (RVC)

Hacer discípulos de Cristo es un mandato y no es opcional. Pero la manera en que hoy entendemos el discipulado cristiano es bastante diferente a lo que el Señor Jesucristo ejemplifica en su vida y ministerio terrenal. Es más que una serie de clases bíblicas y encuentros de consejería personal. La meta de formar en cada nuevo creyente un seguidor de Jesucristo, requiere que revisemos más de cerca la metodología que siguió el salvador del mundo. Permítanme por favor, compartirles brevemente algunas conclusiones a las que he llegado a través de mi experiencia personal en el ministerio.

1°. Hay que ir: Preferiblemente a su contexto social. No debemos convertir el templo en una burbuja donde se escapan de la realidad. El testimonio de Cristo necesita ser efectivo y eficaz en su entorno, ya sea la familia, el empleo o el vecindario. El mejor ganador de almas es el recién convertido testificando en su ámbito, porque comparte la veracidad de su transformación a todo el que le oye y le conoce, haciendo de ellos testigos evidentes.

2°. Inmediatamente práctico: En cada visita se le comparte un tema con bases bíblicas sólidas. Cada enseñanza con un objetivo específico que debe transformarse en una actividad práctica que manifieste la verdadera obediencia que trae bendición y buenos frutos. El carácter de Cristo se va formando por la obediencia perfecta a las palabras de él. Algunos ejemplos serían: Gestionar un cuaderno devocional, memorizar versículos, invitar a un amigo o familiar a la reunión de oración, testificar a los vecinos, bautizarse, ir al ayuno, perdonar a quien le ha ofendido, entre otros de los valores enseñados por Cristo a sus discípulos.

18 Cuando Jesús abordó la barca, el que había estado endemoniado le rogó que lo dejara estar con él; 19 pero Jesús, en vez de permitírselo, le dijo: «Vete a tu casa, con tu familia, y cuéntales las grandes cosas que el Señor ha hecho contigo. Cuéntales cómo ha tenido misericordia de ti.» 20 El hombre se fue, y en Decápolis comenzó a contar las grandes cosas que Jesús había hecho con él. Y todos se quedaban asombrados. Marcos 5:18-20 (RVC) 

3°. Un modelo convincente: La meta es formar el carácter de Cristo en cada nuevo discípulo. Impulsarlos a desarrollar una comunión genuina con El Espíritu Santo, a través de la obediencia perfecta a la palabra de Dios. Motivar, inspirar, instruir, guiar a través del ejemplo genuino. “No se puede hacer discípulos, si no se es un discípulo de Cristo”. “Nadie puede dar lo que no tiene, ni impartir, lo que no es” Sino no somos un modelo categórico no tendremos frutos permanentes.

28 Nosotros anunciamos a Cristo, y amonestamos y enseñamos a todo el mundo en toda sabiduría, a fin de presentar perfecta en Cristo Jesús a toda la humanidad. 29 Con este fin, trabajo y lucho con todas mis fuerzas y con el poder que actúa en mí.

Colosenses 1:28-29 (RVC)

4°. Una consagración total al discipulado cristiano. Es un compromiso mentor en el que nos embarcamos, si el discípulo así está dispuesto. El método de Jesús va más allá de consolar, exhortar y motivar. Él sacrificó y entregó su propia vida por nuestra plena libertad y bendición integral. Él nos pide que entreguemos nuestras vidas “en sacrificio vivo santo, agradable a Dios”. Jesús jamás nos pedirá que hagamos algo por él, que él mismo no hubiera hecho primero por nosotros. Debemos evaluar si tenemos todo lo necesario para terminar la labor de formar a Cristo en el corazón de cada discípulo.

Tal como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Juan 17:18 (RVC)

Algunas conclusiones para reflexionar:

  • Jesús vivía en asocio y comunión entre ellos.
  • Les enseñaba con tiempo de calidad y con propósitos eternos.
  • Les impartía una vivencia de su relación con el Padre.
  • Los enviaba a multiplicar los dones recibidos.
  • El supervisó de cerca sus experiencias y frutos.
  • Les corregía cuando tenían una actitud incorrecta.
  • Los consolidó en medio del desánimo y la prueba.
  • Él permaneció siempre al lado de ellos.   


34 Jesús les dijo: «Mi comida es hacer la voluntad del que me envió, y llevar a cabo su obra. 35 ¿Acaso no dicen ustedes: “Aún faltan cuatro meses para el tiempo de la siega”? Pues yo les digo: Alcen los ojos, y miren los campos, porque ya están blancos para la siega.

Juan 4:34-35 (RVC) 

¿Y ustedes qué opinan sobre lo que significa ser y hacer un discípulo de Cristo?

Por favor, compártanlo con nosotros en los comentarios.



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